LOS HIJOS Y UNA VIDA ESPIRITUAL CORRECTA

¨Instruye al niño en el buen camino, y aún cuando envejezca no se apartará de él¨

Proverbios 22:6 (RVR1977)

El mundo entero está pasando por una crisis espiritual, con falta de límites y valores, con un apego cada vez mayor a lo material, dejando de lado lo verdaderamente trascendente para su vida. Las nuevas generaciones con pensamientos egoístas, y una búsqueda incesante de la felicidad vacía y transitoria, que los hace buscar drogas, alcohol y otros vicios, para llenar esos vacíos.

Pero, ¿Cómo saber si tu hijo esta bien encaminado?¿Cómo saber si lo estoy guiando de manera correcta?¿Le estoy enseñando a ser feliz con las cosas simples de la vida?

Si deseas encaminar a tu hijo a una verdadera felicidad, debes saber como puedes llevarlo a ella de una manera simple, es a través de la espiritualidad.

En la actualidad

Los mayores responsables de estas crisis somos nosotros, sus padres, es nuestra completa responsabilidad enseñar a nuestros hijos a tener una vida espiritual y moral correcta. Lo peor que podemos pensar es que cualquiera es mejor guía para nuestros hijos y así quitarnos esta carga tan importante que solo nos compete a nosotros.

Todo esto tiene que ver con nuestras prioridades. ¿Qué he puesto antes que la vida espiritual de mis hijos? la televisión, el trabajo, el gimnasio, las redes sociales. Todo esto lo puedes hacer pero tienes que poner en primer lugar la educación espiritual de tus hijos.

Es hora de hacer un inventario de nuestro corazón y saber en qué posición estamos como padres.

A lo largo de mi vida como consejera familiar, he conversado con padres que han pasado diferentes situaciones con sus hijos, alegando no poder llegar a ellos en la parte espiritual ni emocional, y esto depende, no solo de los pasos a seguir de un libro, o ir a una iglesia con ellos, depende del ejemplo y el testimonio diario que les estemos dando con nuestras vidas.

Tal vez te puedo dar ‘‘la clave’’ o los ‘‘10 pasos para una enseñanza espiritual correcta a nuestros hijos’’, pero nada de eso sirve si tu vida refleja lo contrario.

No se puede criar hijos espirituales si los padres no son espirituales, a lo que me refiero es que no puedes enseñar algo que desconoces, la forma correcta de hacerlo es siendo personas que estudien y apliquen los modelos espirituales que queremos en nuestros hijos.

5 PUNTOS CLAVES

Y antes de que conozcas las herramientas para poder enseñar a tus hijos a tener una vida espiritual y una vida emocional correcta, quiero darte estos 5 puntos claves que debes saber antes de empezar este arduo trabajo que se nos ha encomendado.

Da el ejemplo

No hay intrusos más observadores que nuestros hijos. Ellos están atentos de todos nuestros movimientos, absorben estos comportamientos como una esponja, no tardan mucho en usar sus inteligentes cabecitas para cuestionar cualquier cosa que queremos enseñarles, y que nos hagan caer en cuenta que nos contradecimos con nuestros actos.

En algunos casos talvez no nos cuestionen, pero, nuestras enseñanzas quedaran en el vacío, porque no pueden ver frutos en nosotros y peor aún no podrán establecer un lazo de confianza en alguien que es un hipócrita.

Espiritualidad no es religión

No debemos convertir la vida espiritual en un ritual o en algo religioso. La diferencia entre una vida espiritual y la religiosidad es que la vida espiritual se revela en los frutos de nuestras vidas dada por la confianza y la fe.

Es un cambio de adentro hacia afuera, por otro lado, la religiosidad solo son actos o rituales repetitivos sin ninguna conexión real y sin cambios en nuestras vidas. Debemos buscar que nuestros hijos tengan una relación diaria con Dios y no limitadas a horarios ni tiempos.

Todo momento es el correcto

Las enseñanzas espirituales se expresan en todo momento y lugar. Siempre hay oportunidades para destacar verdades bíblicas y darles una buena lección de lo que haría Jesús. No se limite a esa hora de enseñanza los domingos, haga de esto un estilo de vida y siempre recuerde que el amor de Dios no se impone, el amor de Dios se modela, se inspira y se transmite cuando es parte de una experiencia cotidiana.

No significa perfección, significa saber que nuestros hijos se van a equivocar, pero ahí estaremos como sus mentores donde, sin juzgarlos, los ayudaremos a regresar al camino.

Se constante

Piensa que todo esto es una inversión a largo plazo y es el deber que Dios nos a dado como padres.

El padre sabio será fiel, paciente y exhaustivo, nunca olvides estas tres palabras, talvez solo de escucharlo suena muy difícil, pero cuando la espiritualidad correcta forma parte de tu estilo de vida, no te aseguro que será fácil, pero si más llevadero.

Prioriza y organízate

Dedica tus energías en enseñar a tus hijos cosas trascendentales que contengan valores, ética y moral, para que críes niños de carácter profundo que aman la sabiduría, la justicia, y el amor al servir desinteresadamente.

Capaces de discernir de manera correcta entre lo bueno y lo malo, enséñales a cultivar pensamientos sanos y nunca deje de orar con ellos, teniendo siempre en cuenta que Dios hace su obra en donde tú no puedes: en este caso en el corazón del niño.

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